lunes, 22 de noviembre de 2010

El viaje del presidente




El viaje del presidente, una novela de Menchu Garcerán, que será presentada en sociedad en Albacete el próximo día 25 de noviembre, a las siete de la tarde en el Corte Inglés de Albacete.

Una historia de amor y de intriga, así la presenta la propia autora, aunque después de saborearla despacio, como se saborean las buenas cosas, yo añadiría que también es una historia de superación personal. Y es que después de leer y pensar en “El viaje de Presidente”, todavía sonrío al recordar algunos de esos diálogos un tanto ácidos y con doble sentido que suelen cruzar los protagonistas. Trataré de centrarme en los personajes principales porque sin duda están cuidados al detalle, son tan reales como la vida misma, y el proceso de superación de Kate no deja de sorprender al lector a medida que transcurre la historia. Sí, de acuerdo, es una mujer vulnerable, dolida por la pérdida de su marido y con tantos miedos y fobias que dan ganas de resguardarla del mundo en una cajita. Al menos, eso es lo que piensa también David, nuestro periodista intrépido, nuevo compañero de Kate e inseparable desde el mismo momento que despegan en un avión y le aprieta la mano como si no quisiera soltársela en la vida.
Sinclair es un hombre acostumbrado a manejar situaciones extremas pero en más de una ocasión sus celos y su afán de protección le harán perder los nervios y actuar como un adolescente impaciente y ansioso. Por otro lado, Kate, la sensatez personificada, la mujer cuyo objetivo en su vida siempre fue buscar la estabilidad emocional y el equilibrio, nos sorprende una y otra vez por la forma en enfrentarse a los peligros como una verdadera heroína. No sólo es capaz de vencer sus miedos, sino que a medida que avanza la historia, la periodista crece con ella. Una historia estupenda, donde la intriga te mantiene alerta hasta la última página, y donde el amor y la pasión de los protagonistas, a veces, te hacen desesperar. En más de una ocasión he cerrado el libro y he dicho: ¡Ya!... ainssssssssssssss.